¿Cuál es la mejor tela para manteles y cómo diferenciarla?
Elegir la tela perfecta para un mantel es casi como encontrar el vestido ideal para una boda: tiene que ser bonito, práctico y, sobre todo, que aguante bien el trote de la vida diaria (y las manchas, ¡por supuesto!). A lo largo de los años, he probado de todo en casa: algodón, lino, poliéster, mezcla de telas… ¡hasta algún experimento fallido con materiales plastificados! Así que hoy quiero compartir contigo algunos consejos para que sepas qué tela es la mejor para tu mantel y, más importante aún, cómo distinguirla.
Lino: elegancia y durabilidad todo en uno
Si me preguntas cuál es mi favorita, sin duda te diré el lino. ¡Es un clásico que nunca falla! El lino tiene una caída espectacular y una textura ligeramente arrugada que le da ese toque desenfadado pero chic que a mí me vuelve loca. Además, es súper resistente, lo que significa que aguantará todas las cenas y comidas familiares sin perder ni un ápice de su encanto. Yo uso uno de lino natural de La Compañía Francesa en mi mesa del salón, y cada vez que lo pongo, mis invitados se quedan encantados (¡y yo también, porque es muy fácil de cuidar!).
¿Cómo reconocer el buen lino?
El truco está en la textura: debe ser suave pero firme al tacto, y al arrugarlo un poquito, notarás que la tela vuelve casi inmediatamente a su forma original. ¡Ese es el bueno!
Algodón: el aliado de las comidas familiares
El algodón es otra opción maravillosa, sobre todo para el día a día. Es más económico que el lino, pero no por ello menos práctico. Eso sí, el algodón tiende a arrugarse más, así que si eres de las que odian planchar (¡como yo!), asegúrate de elegir uno que sea grueso. Los manteles de algodón 100% son ideales para una mesa de batalla: aguantan lo que les eches y, lo mejor, son fáciles de lavar.
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¿Cómo identificar el buen algodón?
El truco aquí es observar el grosor y el tacto. Un buen algodón no debe ser demasiado delgado, ya que esto indica que puede desgastarse rápido o transparentarse. Además, si al tocarlo notas una sensación fresca y suave, es un buen algodón.
Mezcla de poliéster y algodón: lo práctico y funcional
Si buscas un mantel que aguante todo (y cuando digo todo, me refiero a salsas, manchas de vino y niños inquietos), una mezcla de poliéster y algodones una opción ganadora. Es menos elegante que el lino, pero mucho más práctico si quieres un mantel que prácticamente se limpie solo. Yo uso estos en las comidas con mis perros alrededor (sí, ellos también se apuntan a las fiestas) porque sé que los puedo meter en la lavadora sin miedo.
¿Cómo diferenciar una buena mezcla de poliéster?
Fíjate en el brillo: si es demasiado brillante, puede parecer plástico, lo cual le quita puntos en elegancia. Una buena mezcla tiene un aspecto más mate, similar al algodón puro, pero con la ventaja de ser mucho más resistente a las arrugas.
La sorpresa: el mantel resinado
Este tipo de mantel ha sido toda una revelación para mí. Es perfecto para exteriores o para esas comidas en las que sabes que algo va a acabar en el mantel (¿alguna vez has tenido niños y salsas en la misma mesa?).En La Compañía Francesa puedes encontrar manteles resinados con unos estampados preciosos, pero lo mejor de todo es que basta con pasar un paño húmedo para que queden como nuevos. No se manchan, no absorben líquidos… ¡y son tan prácticos que es casi como hacer magia en la mesa!
¿Cómo saber si es resinado de buena calidad?
Toca la superficie: debe ser suave, pero con cierta resistencia. Los de baja calidad suelen sentirse rígidos o pegajosos, pero los buenos tienen ese equilibrio entre flexibilidad y protección.
¿Cuál elegir entonces?
Si lo que quieres es elegancia y algo que dure años, sin duda elige lino o algodón de buena calidad. Si buscas algo más práctico para el día a día, opta por la mezcla de poliéster y algodón o un mantel resinado para esas ocasiones especiales al aire libre. Al final, la clave está en tener uno de cada, porque como siempre digo: "la mesa también necesita cambiar de look de vez en cuando".
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