La historia de La Compañía Francesa

Hola a todos, soy Margarita Cano, fundadora de La Compañía Francesa. Os voy a contar los orígenes de la tienda, en 2001.

A pesar de que estudié veterinaria por mi amor por los animales y la naturaleza, un máster in Business Administration (MBA) me llevó rápidamente por el camino empresarial.

La idea de Compañía Francesa surgió a raíz de acompañar a mi marido, anticuario de profesión, en sus viajes de trabajo a la Provenza, y pasar los veranos en Biarritz y Bretaña. Si habéis estado en la Provenza, sabréis que es como un inmenso jardín enmarcado por los Alpes. Un museo a cielo abierto lleno de campos de lavanda que cautivaron a los más célebres pintores.

Estaba enamorada de los paisajes. Me identificaba con la cultura francesa, el buen gusto en la mesa y el savoir faire francés. La gastronomía es indisociable del modo de vida francés. Sin embargo, además de la cocina, una de mis pasiones, considero de gran importancia el arte de la mesa.  Cada viaje que hacía a Francia me traía más y más manteles, servilletas antiguas bordadas, telas y velas a Madrid.

El siguiente paso fue abrir la tienda para trabajar en algo que me transmitía muchísima satisfacción. La Compañía Francesa arranca en el año 2000 con el objetivo de acercar el arte de la mesa francés a los amantes de la decoración en España. Desde 2020 también realizamos venta online, con el objetivo de llegar a más hogares.

La Compañía Francesa, más que una tienda, es para mí un modo de vida, un punto de encuentro para amantes de la decoración, para quienes buscamos convertir nuestra casa en un hogar, y para quienes nos gusta recibir invitados en casa o en el jardín.